Para conseguir ventas será fundamental trabajar las dos principales piezas del puzzle.
Por un lado, necesitas una página web capaz de convertir a tus potenciales clientes, en clientes.
Por otro lado, necesitas una estrategia publicitaria que envíe a tus potenciales clientes (y no a cualquier persona) a tu web.
La mayoría de cuentas que auditamos, envían a usuarios de poco valor comercial a su página web, que a su vez contiene promesas mediocres y pocos trucos de conversión.
Cuando cambiamos esto con buenas estrategias y un diseño orientado a la conversión… alucinan.
Tu propio ecosistema.
«No necesito web» Decían. «Ya estoy en páginas ajenas que venden mi servicio» Decían.
Estar presente en páginas ajenas es bueno, forma parte de la presencia digital de tu marca… Pero nunca debe sustituir a tu propia web.
Los clientes que obtengas no serán tuyos, ni tendrás sus datos. Los tendrán los intermediarios. Por no hablar de los posibles cobros o comisiones.
Es por este motivo que tener un ecosistema digital bajo tu absoluto control es totalmente recomendable.
Te permite almacenar la información navegacional de los usuarios y usarla posteriormente en campañas de alto rendimiento.
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